En torno a 500 centros educativos públicos han clausurado sus comedores escolares en España desde el inicio de la crisis, como consecuencia de la implantación de la jornada intensiva en muchos institutos de secundaria, del descenso de la demanda y de la escasez de becas para que los estudiantes desfavorecidos puedan seguir utilizando el servicio. Lo dice un informe de 2015 del sindicato CCOO, que analiza los efectos de los recortes sobre la escuela inclusiva y la calidad educativa.

Texto completo de María Jesús Ibáñez en elperiodico.com