Por una educación afectivo sexual
A las familias de primaria parece que nos queda muy «lejos» y lo vivimos como algo ajeno, algo que a nuestros hijos y a nuestras hijas no les va a llegar…y puede ser pero lo que sí es seguro es que les va a afectar, nos afecta; porque lo cierto es que ahora mismo el control no lo tienen las familias, no lo tiene la sociedad, ni siquiera lo tienen las instituciones, el control sobre la educación afectivo sexual de nuestros jóvenes lo tiene la industria del porno. Artículos esporádicos pero constantes como el que hemos leído ayer nos ponen los pelos de punta y nos hacen actuar, artículos con realidades como estas (extraídas del propio artículo):
-Ahora el primer contacto que tienen los niños es a través de la pornografía y modelan su imaginario sexual de una manera muy poco saludable y perversa
-El porno es una pequeña escuela de consumo de prostitución
Además esta visión sexual está reforzada en los jóvenes porque cada vez el porno está más disponible.
-El acceso está masificado desde la infancia y la consecuencia puede ser que se vayan construyendo puteros
-La adolescencia siempre ha sido una etapa bastante complicada en la que no existe una educación sexual o es muy mala. Esto se junta con el capitalismo más atroz y el machismo y hace que los adolescentes vuelvan a esas raíces tan casposas de como hombre puedo pagar».
-Para los expertos la solución para que los jóvenes no acudan a la prostitución pasa por una buena educación sexual
Por eso desde el AMPA hacemos nuestra la convocatoria prevista para el sábado para exigir a la Consejería de Educación, en nuestro caso, que tome el control porque como dice Chimamanda Ngozi Adichie El silencio es un lujo que no podemos permitirnos.
Convocamos a las familias el sábado 22 de febrero a las 11h en Quevedo para la lectura del manifiesto y luego ir juntas a Sol donde nos reuniremos con el resto de barrios y pueblos para acudir como una sola voz a la Consejería de Educación a pedir una Educación Afectivo Sexual necesaria para crecer y construir una sociedad justa, libre y sana.